El ser humano por naturaleza desarrolla diversas emociones, que se van experimentando paso a paso y estas se demuestran con muchos gestos y acciones. La sonrisa en particular desde bebes es algo maravilloso, el ver sonreír a un bebe te llena de felicidad y te contagias de alegría, la sonrisa desea mostrar alegría o por lo menos aparentar sentirla. Al contrario de la tristeza en general el ser humano la demuestra llorando o por lo menos expresando su desánimo y su mal sentir, con su cara que sería lo contrario de la sonrisa. Hay tantas emociones que se viven en la vida pero son estas dos las que determinan las acciones en una persona, para socializar, para discernir, para motivar, para decidir entre otras tantas cosas.
Así como una sonrisa te puede alegrar el día también una sonrisa disfrazada de alegría te puede causar mucho daño, algunas veces se cree que se deben transmitir buenas vibraciones todo el tiempo con las personas, pero debes mostrar lo que llevas dentro y que deseas aflorar. Porque disfrazar una sonrisa para que otro no perciba que detrás hay dolor, tristeza, enojo, molestia, rabia, impotencia, problemas, angustias, entre otras cargas que a diario se van dando y que algunas en particular duelen más que otras.
Es cierto que sonreír puede cambiarle la vida a una persona, pero también sonreír solo por ser habitual cuando no estas bien anímicamente te puede causar más depresión y menos solución a tus problemas. Si de verdad se muestra la verdadera emoción sea cual fuere nuestra situación, siempre generará más posibles alternativas de solución que esconderse detrás del disfraz de una sonrisa.
Abrazar los sueños