¿Cómo ser poeta en el siglo XXI?

APESTAAA. Es el peor de los trabajos que se puede tener. Vivir en una sociedad que no te respeta, que se burla a tus espaldas por todo lo que sentís, que hablan mal y pésimo de lo que te apasta. En un siglo en donde todos tienen mucho que decir. En un siglo que las voces se multiplican a granel. Es sumamente jodido.

Ser poeta no se nace, se construye desde el primer momento que apoyas la pluma en el papel y escribes sin darte cuenta de lo que prendes escribir. Suena sumamente romántico, cursi y, ante todo, estúpido, lo sé. Pero se construye diariamente. Hay muchas cosas que una persona, no importa su altura, siente. El mundo está completamente loco si no siente la necesidad de decir algo. Todos debemos decir las cosas, ya sea por su nombre o parafraseándolo. Todos sienten el impulso de que su voz se escucha.

Ser poeta en el siglo más complicado de toda la humanidad, apesta a granel. No es fácil, Pero es el trabajo más satisfactorio que tengo. Es lo que sueño, deseo y anhelo. No quiero dedicarme a otra cosa. Quiero, deseo y aspiro a ser solamente poeta, escritora, portadora de voces que no se animan a ser escuchadas.

El mundo gira. Alguien debería detenerlo, frenarlo y no dejarlo seguir. Ser poeta no es para cualquiera, pero cualquiera lo puede hacer. No se exactamente en que momento de mi trastornada vida decidí hacer. Solo soy tan estúpida de haber elegido este retorcido mundo. Pero no pienso apartarme de él. El mundo sólo está hecho para los que puede pensar, no para los que tiene que decir algunas cosas.

Ser poeta en el siglo XXI es un trabajo duro. Se construye con cada palabra que se selecciona, una detrás de la otra. A partir del momento que el escrito está listo el mundo lo escuchará, nadie dice si se tendrá éxito, pero se lo escuchará atentamente.

Ser poeta en el S XXI es solo para entendidos…