Opinar es una cosa, creer que tu opinión es una “ley sagrada ” es otra muy diferente ,y ese es el problema de nuestra realidad líquida, de nuestro exceso de información.
¿Cuantas personas votan sin saber siquiera lo que propone un candidat@?
¿Cuantas personas votan sin tan siquiera leerse un folleto de información?
Pero ven en TV a estos “profetas de la opinión ” y votan, sin pararse a pensar siquiera ,si les están mintiendo, ” si sale en la TV no puede ser mentira…