Como bien sabemos, el Positivismo es una teoría filosófica que considera que el único medio de comunicación es la experiencia comprobada o verificada a través de los sentidos. Sin embargo, en este artículo vamos a centrarnos en otro significado que también posee esta palabra; actitud realista y práctica de una persona ante la vida.
Y es que, hoy en día está de moda esto de ser positivos. Debemos levantarnos con una sonrisa, sobrellevar el trabajo lo mejor que podamos, quedarnos con aspectos positivos de las cosas malas que nos ocurren y un sin fin de circunstancias que se nos presentan a lo largo del día, que por supuesto debemos afrontar con la mejor de las actitudes. ¿O quizá no?
En mi humilde opinión, el positivismo está bien, muy bien, pero no hay que abusar de éste y mucho menos sentirnos obligados a ser positivos si realmente no nos nace. Es decir, yo como individuo, hay días en los que ni me apetece ni puedo ser positiva. Todos los días, la mayoría de las personas seguimos una rutina, que a la larga puede volverse extremadamente pesada e incómoda. Las personas tenemos problemas, inquietudes, preocupaciones, deseos o caprichos que no nos podemos permitir ya sea por nuestra situación económica, familiar o personal, y enfermedades en el peor de los casos.
Y te preguntarás, ¿a dónde quieres llegar exactamente con esto?
Muy sencillo. Quiero poder expresar mis emociones y sensaciones libremente sin que esté “mal visto” por la sociedad o alguien intente convencerme de que tengo que cambiar mi perspectiva sobre tal asunto y ver las cosas positivas que tiene. Si me encuentro enfadada, seria, triste o decepcionada quiero y necesito exteriorizarlo, sin disfrazarlo con falsas sonrisas.
Por supuesto, quiero dejar bien claro que tampoco es sano mentalmente analizar la vida con un ojo pesimista todo el tiempo, pero de esto ya hablaremos en otro artículo.
La clave sería un intermedio entre ambas posiciones, un equilibrio. No olvidemos que el equilibrio siempre presenta una parte positiva y una negativa, ambas son exactamente igual de necesarias e importantes, por eso es un gran error intentar erradicar una de éstas.
¿Qué piensas tú al respecto?
Las Enfermedades Mentales