“Educad a los hijos para que no tengáis que castigar a los hombres”.
En la actualidad, miles y miles de personas vagan por esta vida buscando una razón de vivir, en medio de mil preguntas y una sociedad sin corazón, solo consiguen más rechazo y dolor; y es entonces que se preguntan: ¿Cuándo podré encontrar a alguien que en verdad me ame? ¿Cuándo se llegará el día en el que alguien me abrace fuertemente y todas mis heridas puedan ser sanadas?
Es cierto lo que algún día un pensador llegó a decir: “Si las Biblias se permitieran en las escuelas, no habría tanto malhechor en las cárceles”, y para ello existe una gran razón; muchas de las personas que hoy se encuentran tras la rejas es porque en su infancia fueron lastimados por las personas que más debieron amarlos, sí, fueron heridos por sus padres, hermanos, abuelos, tíos, etc. “¿Y de qué manera fueron heridos?” te preguntarás tú.
Abraham Maslow dijo que el hombre nació con necesidad emocional, sí, con la necesidad de amar y ser amado, de ser querido, abrazado y sentirse protegido; y lamentablemente, es un grito que el mundo infantil nos grita el día de hoy: “Necesito atención, quiero amor, dame tiempo”. Pero tristemente, esa petición no puede ser cumplida; y quizá sea así porque el niño viene de un matrimonio disfuncional, en donde la mamá tiene que trabajar de puesta a puesta para sacar adelante a sus hijos, tal vez por la infidelidad de su esposo; o puede que esto sea al revés. Y sin embargo, aun en este mundo lleno de maldad me atreveré a decir que sí se puede salir adelante, que es posible a pesar de miles de tropiezos y barreras, porque hay alguien que te ama incondicionalmente y es Jesús.