“No puedo controlar lo que en mi mente hay, suelo perderme entre tantos pensamientos y acabo haciéndome llorar, y todo porque tengo miedo, miedo de que me dejes, de no ser suficiente, de que te aburras de mí y por eso pienso en alejarme, pero al mismo tiempo te quiero tanto que no me quiero ir. Aquí justo aquí en donde mis palabras se acaban, se produce un nudo en mi garganta y espero con mucha ansiedad a que me digas que no hay que temer, que no me dejaras, que no juegas”.
Compartir