…fue triste regresar aquella tarde de hotel y no recibir nada. Frustrante es poco. Sin desayunar, sin almorzar y “con las tripas pegada al espinazo”. Resulta que la invitación que le hicieron no fue como le contaron.
Su prima entendió mal y confundió los términos, había tanta gente que las horas se hicieron interminables. El dolor de hambre ya a media mañana fue angustiante. Nunca había sentido tanta desesperación hasta que fue pasando. Es que en el sitio no había ni un baño para ir un ratico.
La atención fue buena y hasta diría que amable; solo que con resultados tan nefastos que los modales y buenas costumbres desaparecen con desaguisados de este tamaño. Casi durmió allá para que lo atendieran temprano, pero tanta gente fue que todo fue un coliseo.
…continuará.