La Verdad

¿Qué es la Verdad? Dices mientras clavas en mi pupila tu profunda mirada de tul. ¿Y tú me lo preguntas? La Verdad no eres tú.

Trasmutando el bello poema de Gustavo Adolfo Bécquer, hemos de reflexionar sobre aquello que nos rodea.

El ser humano se compone de conocimientos y certezas, es lo que le hace crecer y avanzar. Le permite crearse una imagen de lo que vive, le permite explicarse su entorno y le ayuda a cuestionarse lo establecido. Necesita conocer para autodefinirse como individuo social y sobretodo como persona. Para ejercer su libertad precisa de la idea exacta acerca de cualquier tema. ¿Pero es ésto posible hoy?

Heredamos una época de medias verdades, falta de datos, sobre exposición a información tendenciosa, para hacer heredar a nuestros descendientes una época de “fake news” dónde ya nada es verdad y cuya forma de poder discernir se complica cada vez más.

Los que ya estamos, debemos luchar contra la falta de veracidad en las informaciones que recibimos. De dónde proceden, quién lo escribe, quién lo financia, qué dice y si hay contraargumentación. Qué pretende despertar en nosotros esas informaciones. Preguntarnos si nos quieren manipulados, ignorantes, dóciles. Para posteriormente enseñar a tener esa lucidez a los que nos siguen, a los adultos del mañana.

Tengamos en cuenta que lo que hoy nos gobierna, es lo que “votamos” ayer. Si desconocemos los artificios de quien tiene la información, sólo seremos carne de cañón que hará lo que el poder deseé, y transmitiremos eso mismo a los siguientes.

Bien es cierto que el gobierno se ejerce desde la oscuridad y por mucho que sepamos, no podemos cortar los hilos que lo manejan. Son entidades de rancio abolengo y usuarios avanzados de la ingeniería fiscal. Pero el conocimiento nos permitiría caer lo menos posible en sus tejemanejes. Y en caso de producirse una hecatombe, ser menos susceptibles a sus intereses.

Como miembros de una sociedad en constante cambio, no debemos permitir que las “fake news” pasen a ser algo normal e indetectable. En nuestro poder queda la responsabilidad de parar y eliminar dicho fenómeno, en pos de la veracidad de los hechos ¿O no?