Enamórate de tu cuerpo

Estamos en pleno siglo XXI, una época donde hemos “evolucionado” y “aceptado” muchos tabúes. La verdad es que no es cierto. Hay miles de temas para conquistar pero yo quiero atacar aquel que nos pone nerviosas, sí, ese, el que nos atormenta todos los días frente al espejo. Un cuerpo vacío o muy lleno, demasiado trasparente o demasiado oscuro. Para nadie es un secreto que las empresas de la belleza actual se han encargado de crear un estereotipo para la mujer, y creando productos para que todas las chicas que los utilizan se asemejen un mínimo a este estándar. Miles de medios de comunicación nos han pintado la imagen de una mujer delgada y tonificada en piernas brazos y torso; con relleno en el trasero y los senos, diciendo que “eso es lo que los chicos buscan”. ¡QUÉ GRAN MENTIRA!

Parte que, el hecho que te juzguen… No son ellos quienes te juzgan por no tener un gran trasero, ser de abdomen plano o tener mucho o poco pecho; simplemente son ellas, sí, nosotras, las mismas mujeres. Nosotras que morimos de envidia por tener el cuerpo de x o y forma, color o lo que sea. Chicas, a ellos no les importa si eres de poco trasero o pocos seno, o al contrario; si eres gorda o flaca. Cada hombre tiene su elección, su preferencia hacia el cuerpo femenino.

Mi novio me lo dice todos los días: “estás preciosa así como eres”. Nuestros novios, son el más vivo ejemplo de que no les importan los ideales femeninos; a quienes realmente les importa son a las mismas mujeres, aquellas envidiosas.

Es posible que aquella que te dice “gorda” sea una flacucha que desea tener tus senos o tu trasero. Aquella que te llama fea, es aquella que desea tu personalidad. Esa tipa que se ha metido en tu vida para arruinarla es aquella que quiere tu vida porque es mejor que la suya.

Basta de tener miedo y cumplir ideales femeninos, vamos a querernos a nosotras mismas como somos y como hemos sido creadas. Seamos nosotras, mujeres que en vez de luchar por “quién es la más bella”, seamos quienes luchan contra el acoso, las violaciones, la desigualdad y la discriminación contra nosotras. Tenemos que quitarnos ese chip, todas somos iguales, igual de bellas y a cada modo, cada diferente modo, es lo mejor.