VIH

No se dijo más nada, no saltó ni un micro gesto de rechazo ni incomodidad, no hubo contacto sin permiso ni caricias de consuelo, no hubo Romeo y Julieta ni la Bella y la Bestia, no hubo romance impráctico, ni acoso en la vulnerabilidad, tampoco hubo ropa entre nosotros, ni sexo con condón, no hubo piel seca de baba ni agarres para controlar más allá del desaforo del momento, fuerza mucha, contra el otro ninguna, ganas ¡TODAS!, exhalación profunda, ojos dados vuelta, sabanas sudadas y un conjunto de gritos hasta que el placer desbordó en un bombardeo de semen boca adentro- culo adentro y luego un liquido pecho contra pecho en el descuelgue de los cuerpos mientras la mente iba gestando un pensamiento en el silencio que hace exclamar esa pregunta ¿cuando te hiciste el último examen de VIH?