Somos el perdón, de un alma vaga y ausente.
Somos la alegría, de un alma afligida.
Somos la riqueza, de los que verdaderamente aman.
Somos el alguien, de él, ella o aquel al cual estamos destinados.
Somos la guía, la esperanza de los que creen en un cambio.
Somos el resultado en la crianza de nuestros ancestros.
Somos el reflejo de nuestros sueños más anhelados… y las huellas de nuestras victorias.