Contaré la historia de una joven de 21 años de la clase media que nació en un pequeño pueblo llamado el paraíso. A pesar de ser pobre tenía unos padres maravillosos que le dieron educación y la querían mucho, para algunos esta joven era perfecta, para otros extraña, pero ella, era muy soñadora deseaba ser una gran gobernadora de su pueblo, pero lamentablemente su suerte era otra, siempre siguiendo sus metas, nunca las abandonó, hay veces que sentía como si el mundo se le venía encima y le daba nostalgia de ver como no podía cumplir sus sueños pero era tan grande su fe por ser gobernadora del pueblo donde ella vivía, que luchó sin rendirse hasta lograrlo, en un mundo donde reinaba la tiranía, la corrupción y las injusticias e infortunios de la vida, había veces que le provocaba tener alas y volar a lo más alto del cielo, dicen los del pueblo que al tercer cielo, donde estaba el supremo Dios de aquella joven en el que ella creía.
Un día maravilloso se encontraba caminando por el bosque de su pueblo, vago sin rumbo fijo, y se perdió en el bosque y todos la buscaban y no la encontraban porque la joven quería estar sola, y se encontró con un hombre alto, rubio, de ojos azules, y muy hermoso, y ella al mirarlo quedo impregnada de la belleza de aquel hombre, y se le acerca y le pregunta: “cómo te llamas”, y el joven responde: Absalón, y la joven dice: “que nombre tan hermoso”, y él le pregunta: “y tu hermosa doncella, como te llamas”, y la joven dice: “para ti yo no tengo nombre”. Y Absalón se sorprende por la respuesta, y exclama: “pero bella joven todos tenemos un nombre”, y la joven responde: “a veces es mejor no tener nombres”. Y Absalón maravillado de la hermosura de la joven y su sabiduría, le pide que le permita llevarla a su casa porque ya era tarde en el bosque, y la joven sin nombre le dice que no, y se marcha a su casa. sin imaginarse que Absalón era el rey de todo el reino donde ella quería ser gobernadora, y del bosque, y la joven regresando a su casa se le aparecen unos lobos y quieren atacarla, en ese momento la joven asustada grita pidiendo auxilio y se le aparece Absalón en un caballo blanco y la defiende contra los lobos y la lleva a su casa, y ella le da las gracias, y le dice como se llama, su nombre era cielo, como el cielo que ella quería alcanzar, en ese instante Absalón se sorprende por la hermosura de su nombre y le pide para seguir viéndola, y la joven cielo acepta, para seguir viéndose, después de dos años, él le pide matrimonio, y la joven acepta se casa con Absalón y llega a ser no gobernadora sino reina de todo su pueblo, y Absalón la ama con un amor tan infinito como el mismo cielo que la joven quería alcanzar.
Esta historia demuestra que cuando se cree para justicia todo se puede hacer realidad, porque el amor verdadero, todo lo vence y todo lo soporta y que debemos amar sin miedo, y luchar por nuestras metas así las consideremos imposibles.
Cuando queremos lograr una meta en nuestra vida haríamos lo imposible por conseguirlo, cada ser humano en el mundo es único, aunque unos sean ricos, reyes, príncipes, estrellas de rock, actores, actrices, y otros somos pobres secularmente, muchas veces esos pobres son humillados, torturados, ultrajados y se sienten como si fueran lo peor y lo mas ilógico es que son humillados, por seres humanos, iguales que ellos, aunque existen muchas leyes que los protegen a la verdad que de tantos discursos políticos, dirigidos a la protección de los pobres todavía queda la desigualdad hacia ellos, la indiscriminación hacia ellos y ellas, en un mundo de penalidades e injusticias donde el que tiene dinero y poder es el que gobierna y se viste de oveja, pero que en realidad es un lobo que solo busca su bien común, y nos olvidamos del amor hacia los demás, la solidaridad, de los valores sociales que se están perdiendo, en una sociedad perversa.