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Carta de un suicida

Amancio AON Amancio AON Seguir Oct 24, 2019 · 1 min lectura
Carta de un suicida
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“Señor juez, no culpe a nadie de mi muerte; me suicido porque aunque viviera muchos años, no sabría quién soy. Vera usted… Tuve la desgracia de casarme con una viuda; ésta tenía una hija. De haberlo sabido no me hubiera casado.

Mi padre, para mayor desgracia, también era viudo y se enamoró de la hija de mi mujer, pues la joven le correspondió y años después, se casaron, de modo que mi mujer era suegra de su suegro y mi hijastra se convirtió en mi madre; y mi padre era al mismo tiempo mi yerno.

Dos años después del matrimonio, mi padre y su mujer fueron a vivir en otra ciudad, y tras pasar un tiempo en su nuevo hogar, nos llamaron a mí y a mi mujer que mi madre (hijastra) dio a luz un lindo chico, que era mi hermano; pero era también nieto de mi mujer, de manera que yo era abuelo de mi hermano.

Y como era de esperar en nuestro matrimonio, poco tiempo después de la buena noticia de un nuevo miembro en la familia, mi mujer se quedó embarazada y también tuvimos un niño, que como era hermano de mi madrastra, era; al mismo tiempo, cuñado y nieto de mi padre, siendo de igual forma tío y hermano del hijo de mi padre.

En definitiva señor juez, mi mujer era suegra de su propia hija; yo soy, en cambio padre de mi madre; y mi padre y su mujer son mis hijos; mi padre y mi hijo son hermanos, mi mujer es mi abuela, ya que es la madre de mi padre y además soy yo mi propio abuelo.

Ya ve, señor juez, me despido de este porque no sé quién soy, ante estos hechos que le he redactado anteriormente, me he visto abatido y sin la mínima valentía ni interés por seguir en este valle de lágrimas sobre las espinas, y le ruego a todo aquél que que halle ésta nota, a que la ponga a disposición judicial, para evitar falsas acusaciones sobre mi muerte”

“Atentamente, me despido de éste mundo”

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Amancio AON
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