Un camino largo había hacia el frente, lleno de maravillas, sorpresas y misterios, sólo hacía falta dar un paso, uno solo, con ello lograríamos descubrir los secretos más extraños del universo, pero hay aquí un problema, un freno que se atraviesa sobre mis huesos y me obliga a morir mientras veo todas aquellas posibilidades infinitas más allá de centímetros de distancia. Un dedo, dos, es extraño, la desierta miga hueca que se hace polvo con el tiempo, he vivido tanto ya, tanto pasos han quedado atrás aferrándose a mí minúsculas gravas que se desvanecieron, no hay nada en mis zapatos más que mis pies desnudos enfriándose, y mientras el sol se oculta en el horizonte, saldrán desprotegidos, no importa cabos, cadenas e hilos firmes que me aten a estas profundas raíces, solo el recuerdo, la última caricia, la última mirada, y un par de segundos, nada más, por que mientras los frenos se gastan y mis pies empiezan a caminar, escucho miedos y llantos atrás, muy lejos de mí, perderse cada vez más y más… y cada vez más se vuelven silencios, cada vez más se vuelven vagos recuerdos… el sol se oculta, yo debo seguir.
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