Y de repente te encuentras mirándote al espejo, casi sin reconocer el rostro que hay reflejado.
Te paras, y piensas en todo lo que has vivido, o mejor dicho lo que te ha tocado vivir.
Y seguidamente, te cuestionas miles de preguntas que van apareciendo en tu mente, en cámara rápida. Casi sin saber que respuestas pertenecen a tus cuestiones.
¿Cuando nos van a enseñar a vivir?
Es la pregunta que con más frecuencia aparece en mi mente y sigo casi sin saber su respuesta.