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Piropo: Acoso callejero o halago inofensivo?

Naouar Souiri Naouar Souiri Seguir May 20, 2019 · 1 min lectura
Piropo: Acoso callejero o halago inofensivo?
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Es cierto que hoy en día el “piropo callejero” constituye un tema de debate, ya que existen diversas opiniones al respecto. Durante muchos años, esta práctica se ha llevado como “algo cultural” o como el derecho a la libertad de expresión de los hombres. Sin embargo, no deja de ser acoso disfrazado como un acto de “romanticismo”.

El piropo callejero no es más que otra forma de acoso generalizado de la sociedad. El cuerpo de una mujer, en este caso, es sexualizado o visto como un objeto, al cual se le puede decir todo tipo de “halago” sin el consentimiento previo de esta. La principal diferencia entre un piropo callejero y un halago inofensivo radica en las formas y el lugar. No es lo mismo que alguien conocido te diga que estás guapo a que alguien completamente ajeno a ti, te increpe en un lugar público – la calle, un parque- para gritarte un par de adjetivos sobre tu cuerpo.

Existen varios ejemplos que indican que el piropo callejero es acoso. Uno de ellos es que si la mujer intenta defenderse, se arriesga a acciones agresivas y por ello acaba siendo también un acto violento. Esta práctica empodera a aquel que expresa el piropo y subordina a la mujer, estableciendo una desigualdad asociada a su condición sexual.

No obstante, hay muchas mujeres que siguen creyendo que este tipo de acoso supone una legitimación de que son bonitas, ya que el sexo opuesto las aprueba. Este hecho demuestra una larga tradición patriarcal donde la mujer siempre ha estado buscando la aceptación del hombre. Y si esta decide alzar la voz para expresar su rechazo, es señalada como una exagerada, siendo de nuevo objeto de acoso y violencia. Es por ello que está en nuestras manos erradicar esta práctica que se ha convertido en una costumbre generalizada y casi embellecida.

Aunque poco a poco se está avanzando en la materia, hay que seguir trabajando por la desaparición de este comportamiento. Así pues, las mujeres podrán andar libres, sin miedo y se empezará a verlas como algo que son: seres humanos.

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Naouar Souiri
Escrito por Naouar Souiri