Hermilio Valderrama, era un sujeto de clase trabajadora, no le gustaba la forma en la que llevaban las cosas en su trabajo, pero no decía nada a las injusticias diarias, a los recortes de la hora de comida y jornadas largas sin tregua, el solo seguía de una manera a lo que el llamaba “el estar…pero no”. Esto consistía en hacer que su mente vagara, imaginando en la vida que un día soñó y que hoy, en el mundo real, ya no existía. Pero esto le ayudaba en algo, es lo que el creía, lo ayudaba a no caer en la vida cotidiana, lo ayuda a sonreír un poco más y a nadar contra la corriente, lo hacia un poco agradable, el tiempo le pasaba lento en ocasiones y de repente ya iniciaba otra semana, esa era su forma de destruir el sistema por dentro, haciendo las cosas… A su manera.