Los más grandes engaños son los pensamientos que derivan al mundo en su poesía y su ternura de creer que nuestra sociedad se encuentra en su nivel de aceptación; es la hipocresía de restringir la verdad y nada más que la verdad, de un mundo casi por desaparecer.
Llegamos al punto, de no vivir del modo en que seamos felices sino como podemos estar felices con nuestros semejantes. Es válido, sin arrebatar la felicidad propia.
Conozcamos el significado de la “Felicidad”; si en verdad deseas vivir con amor y pasión en este mundo de destrucción, no debes de buscarla en un lugar, algo o persona para lograrlo. ¡No! Es una conexión que se logra con la tranquilidad de tu corazón, tu pasión de vida, el amor a tu creencia, y la fe en ella. Los dos conllevan a un mismo fin.
No destruyas ni ofendas, no divulgues lo que no te apetece, el silencio es una virtud que pocos logran dominar y nuestra mayor riqueza en este siglo XXI es lograr disfrutar lo poco que nos queda; no solo adquirir sino sembrar lo que nos hace bien y lo que a un tiempo nos permita vivir unos años más.
“Entiende que no vivimos un día más, es un día menos que nos queda por disfrutar en la tierra”.
El placer de leer en verano