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Problemas que llevan al suicidio. Confusión y malas noches

Sin sangre Sin sangre Seguir Jul 25, 2019 · 4 mins lectura
Problemas que llevan al suicidio. Confusión y malas noches
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He pasado aquí, en un lugar muy sólido, donde no llega la luz del sol, donde nadie puede molestarme, un lugar donde puedo descansar física, mental y espiritualmente, aquel único lugar donde puedo detener el tiempo. Pero sin embargo todavía me siento tan confundido y asustado de aquellos tipos que me están buscando. Lo bueno es que estoy a salvo de ellos, mas no me queda mucho tiempo para estar escondido, necesito un plan para salir de aquí, se me acaba el dinero y mi reloj marcaba 12:44 am 11/07/2018.

“¿Por qué no puedo estar tranquilo?”, estoy sentado al filo de mi cama a media noche viendo como mis manos tiemblan incontrolablemente y mi garganta deshidratada, es una desesperación. Mientras me recostaba en la cama miré fijamente al tejado de la habitación, aunque la oscuridad no cubría por completo, podía ver una lagartija y una cucaracha. Pude notar las intenciones de la lagartija, tenía hambre y aquel insecto era su presa, se acercaba poco a poco, siendo muy sigiloso, la agarra por una ala y empezó la batalla. Ambos quieren sobrevivir pero solo uno ganará, luchando con una mordedura, aquel reptil se sostenía fuertemente en el techo, pero, la cucaracha no hacía nada. Pensé “¿Estará muerta?”, pero seguía sin hacer nada, ya la di por perdida. Mientras cerraba mis ojos con un intenso sueño que me hipnotizaba, escucho un fuerte “BUZZZ”, el sonido alteró mis nervios y abrí los ojos, cuando siento que cayeron en mi cara. “AHHHHH, MALDITOS ANIMALES HIJOS DE PUTAAA!”. Enseguida despejo esas cosas de mi rostro, pero no tengo idea hacia donde los mandé, no los quería encima mío. Me levanto de mi cama, enciendo la luz y sacudo las sabanas. “Los voy a matar”. Con tanto sueño que tenía, solo faltaba eso. “¿PORQUE MIERDA, PORQUE?” gritaba en la oscuridad cuando más intentaba descansar.

Cierro los ojos para intentar quedarme dormido y lo único que pasaba por mi mente es aquel problema que inicio todo esto. Sentí que pasó 15 minutos y nuevamente abrí los ojos. “Ugh! Que mierda”. Sin darme cuenta eran las 5:23am, pase todo ese tiempo sin dormir, con los ojos cerrados, mirando a la nada y pensando en todo.

Faltaba poco para que salga el sol. Voy a la cocina y me preparo un café, ya que estaba ahí me preparé un sándwich también. Sentado en plena cocina, escuché el sonido del silencio, era una armonía tan tranquilizante a esa hora, me gustó. No debería estar tomando café a esta hora, tengo que dormir, mi salud va a empeorar y luego no tendré suficiente fuerza para escaparme cuando me encuentren.

Tantas cosas en mente, tantos problemas que tengo y tanta gente loca que existe en este mundo. “Psicópatas, sádicos, enfermos” Debe ser uno de ellos, yo pensé. Incluso hay lunáticos que se excitan y hasta tienen erecciones cuando apuñalan o matan a sus víctimas. Pero aun no tengo idea con qué clase de persona me he metido. Recordando todo eso, me empieza a dar un leve mareo y dolor de cabeza. Tan solo si pudiera retroceder el tiempo.

Al terminar mi desayuno, me levanto de la mesa, siento el resplandor del sol, un cálido rayo me golpea la frente, sentí como si fuese un láser espacial escaneando mi cuerpo. Era una mañana muy placentera, el calor del sol, la brisa estaba fría y el cielo claramente azul, es un día perfecto para salir a correr. Aunque no me sentía seguro salir a la calle, tenía que hacerlo en algún momento, yo soy una persona arriesgada, si lo pensamos muy bien, de todas formas soy hombre muerto.

Al llegar a mi cuarto, me pongo ropa cómoda para salir hacer ejercicio, un calentador y buzo con capucha. Empecé a sentir que mis latidos se aceleraban mientras colocaba mis zapatos, me detengo a respirar y exhalar, mis manos entraron en calor y comenzaron a expulsar pequeñas partículas de sudor. Agarré mis llaves y, antes de abrir la puerta principal, mis latidos palpitaban incontrolablemente, mis manos temblaban y sentí unas ganas de quebrar en llantos. Me senté de espalda hacia la puerta, mi visión empezó a nublar, el sonido era muy cortante y tenía la mirada al suelo, pensado, “hasta cuando voy a seguir así”. Finalmente, después de 20 minutos sentado, me doy de valor para salir.

Me creerías si te digo que llevo mucho tiempo sin salir, sin ponerme frente a frente al sol, estar aislado como en un cautiverio, pues, fue la primera vez en ya casi 4 meses que no he salido de casa.

Cierro la puerta de la entrada, miro por todos lados, me sentí muy paranoico. Me detengo justo en la vereda de la calle, con unas gafas y mi capucha puesta, estaba listo para comenzar.

Mientras corría por la primera cuadra, lo único que me pasaba por la cabeza era; “A qué hora me atrapan” “¿A qué hora dan el primer tiro por la cabeza?”, tantas cosas que pasan por mi mente. Bueno, no importaba, ya estaba afuera y si la muerte quiere visitar, pues lo invito a tomar una taza de café.

Ya casi a media cuadra me acuerdo que tenía mi teléfono y auriculares en el bolsillo. Puse la música en aleatorio y me sentí motivado ya que salió una de mis canciones favoritas.

Continuará…

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Sin sangre
Escrito por Sin sangre Seguir
Estas historias las comencé a escribir cuando pasé muchas situaciones en mi vida las cuales me arrepiento, sentía exactamente lo que el protagonista narra. No soy una persona mala ni peligrosa, solo soy un joven de 25 años que ha cometido estupideces durante su vida, sufrido bullying en la escuela, he sido rechazado por el amor de mi vida y rechazado por mi familia por el simple hecho de no ser lo que ellos querían que yo fuese. Yo quiero ser un artista, creador de contenido, escritor y músico pero mi familia nunca apoyó mi talento.