literatura,

Lujuria

Ana Cavazos Ana Cavazos Seguir Aug 10, 2019 · 1 min lectura
Lujuria
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Lujuria
mi boca impaciente
por esos besos
pensados, robados y disfrutados,
la fantasía de mis manos
disfrutando la geografía de tu piel.

Lujuria
es fusionar mi olor de mujer
fuerte, altiva y orgullosa;
con tu olor de hombre,
poderoso y dominante.

Lujuria
una gota de libido
caliente
que recorre mi cuerpo,
arqueando mi espalda
en la profundidad de la noche

Lujuria
es acariciar
mi feminidad
en el pensamiento de tu piel
ardiente.

Lujuria
ese botón de mi blusa
que se abre
prepotente
descubriendo mi piel
incendiada.

Lujuria,
la gota de vino
que moja mis labios,
insinuante, alegre,
que invita al pecado,
baja al ombligo
produce un escalofrío
y se convierte en placer.

Lujuria
una fresa roja
perfecta,
que colora mi lengua
de pasión
mientras disfruto tus besos…

Lujuria
es liberarse a la fantasía,
a mis deseos
y los tuyos.

Lujuria
deseo carnal
pecado de libertad sensualidad en llamas

Lujuria es
abandonarse al placer
sin reprimir
probando lo desconocido
arriesgando hasta el alma

Lujuria es
la capacidad
de dejarnos sentir,
dejarnos gozar
aquello que nuestra mente desea
y el cuerpo reclama

Lujuria
es, por último,
dar rienda suelta a la imaginación,
gozando ese intercambio de amor,
emoción y placer
redescubriendo nuestro propio Ser.

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