Desde épocas primegenias del saber han sido usados animales para le experimentación. Ya en época de los griegos se realizaban. En la época romana, el médico Galeno (Siglo II D.C.) practicaba la disección en seres no humanos. Se ha estudiado su comportamiento, se han visto compatibilidades o incompatibilidades con el ser humano para el trasplante de órganos. Se ha estudiado la producción de insulina para diabéticos, se probaron medicamentos sobre ellos. De hecho tras el desastre provocado por una farmacéutica alemana (cuya responsabilidad nunca ha asumido) con el medicamento Talidomida, se aprobó una ley de experimentación en animales gestantes.
Más allá de éste tipo de ensayo y error sobre animales, se halla toda la industria cosmética que también realiza éstos test. Maquillan animales, les vierten champús, lacas y otros productos para ver posibles reacciones alérgicas. Otra industria que también lo ha realizado es la tabacalera, exponiendo al humo a seres inocentes.
Cuando se pide la no experimentación en animales, habría que distinguir entre la que se realiza con fines claramente orientados a luchas contra padecimientos, de los que se realizan por banalidades.
Desde mi punto de vista, ésto es lo que quizá no estén haciendo los animalistas. El fin del uso de animales en laboratorio es una solicitud legítima y razonable, pero hay que tener en cuenta que la ciencia no podría avanzar tanto, a no ser que se realicen sobre los humanos.
Respecto a la industria de las banalidades, si tanto quieren, que no usen esos productos, que hagan boicot contra los productores, concienciando de la no necesidad de dichos productos. ¿Es necesario usar champú, acondicionador y mascarilla? ¿Es necesario el uso de un jabón exclusivo para las partes íntimas? ¿Es necesario teñirse el pelo o maquillarse? ¿Es necesario fumar? Ésta, bajo mi humilde punto vista, creo que es la lucha que se ha de lidiar.
Quizá esté en el error, pero creo que la investigación en ciencias es útil, mientras que el uso de la industria banal es innecesaria y cruel.
Simplemente hay que informarse y preguntarse. Ya que no todas las las investigaciones en ciencias son legítimas, también hay tropelías. Pero ¿es igual de importante la salud que la banalidad?