Toma distancia de las personas que abren sus bocas antes que su mente, de aquellas que lanzan palabras destructivas bajo la carátula de una confianza tenue y solo tiran comentarios poco interesantes para vos.

Toma distancia de aquellos que siempre hablan mal de los demás como rutina de fin de semana y se llenan la boca con historias que nunca sucedieron.

Toma distancia de las personas que primero miran la nota de tu calificación en vez de felicitarte por poner tanto esfuerzo en aprobar y avanzar en tus estudios.

Toma distancia de las personas que solo te buscan para una selfie para así mostrar al mundo lo genial que es su amistad y se alejan cuando tienes algo para decir y no hay nadie quien te escuche.

Hay personas que te aceptan sobre todas las cosas y son felices con tu propia existencia, sin pedir nada a cambio y dan todo por tener un lazo a tu lado.

No seas prisionero o prisionera de tu propios pensamientos y prueba la dulce libertad de soltar a quienes te soltaron y solamente te usan para fines egoístas y pocos saludables.

Es momento de valorar a quienes nos valoran y se acuerdan de nosotros todos los días, abramos los ojos y comencemos a tomar distancia de quien nos ciega cada vez aún más.

Toma distancia de quien opaca tu bello color pastel de tu rostro y lo cambia por grises terminaciones.