Me sucede muy a menudo, estoy conversando con algún “conocedor” de literatura y cuando menciono que uno de mis autores preferidos es Stephen King hasta les cambia el semblante. Y sí, para muchos es un gusto culposo. Para mí no, al contrario, lo digo con orgullo y gusto.
Pero cuál es ese motivo por el cual King es tan bien recibido por el público en general pero destrozado por la crítica. Por qué él se autodenominó el “Big Mac” de la literatura: popular y sin valor nutricional.
Veamos, vende millones de libros cada año, sus clásicos son recurrentes en conversaciones a diario, y los nuevos ya son un éxito incluso antes de ser lanzados. Desde un punto técnico es un autor tramposo. Sus monstruos son criaturas fáciles de imaginar y por lo tanto fáciles de temer, también introduce los monstruos internos, los mismos con lo que todos luchamos a diario. Su narrativa es pensada para la cinematografía, no es coincidencia que muchos de sus libros sean adaptados a la pantalla grande.
Por otro lado, llena quinientas hojas con la llamada “paja”, pero no cualquiera puede escribir relleno sin ser tedioso o aburrido, así que este autor utiliza una táctica muy inteligente y que termina siendo su mayor arma: cultura pop. Cuántas veces nos menciona música, personalidades, programas de televisión o radio, establecimientos, entre otras cosas. Imagínate todo lo que se podrá saber de Estados Unidos de esta época dentro de un siglo gracias a sus libros.
Si hablamos de su publicidad tendríamos que decir que de esta se han encargado sus adaptaciones a la pantalla grande y chica. Entonces han existido dos olas, la primera que vivió el estreno de “Carrie” de De Palma, “Misery” de Reiner, “It” de Tommy Lee Wallace y todas las grandes (y las no tan grandes) adaptaciones. La segunda se está viviendo ahora que se disparó el boom de #Leeressexy, la mayoría son primero influenciados por el séptimo arte.
Pero aún falta el factor más importante: la pasión por el oficio. Si algo caracteriza a King es su disciplina y su perseverancia. Las dos cualidades para obtener el éxito. Quizá podríamos agregar la suerte, pero algunos no creen en ella. Este escritor lleva un horario de trabajo como cualquier otro, dividiéndolo entre la lectura y la escritura.
Y eso es todo, no importa que su escritura carezca de lenguaje estético y sublime como el de Poe, o si sus monstruos no son apenas imaginables como los de Lovecraft. No importa ser rechazado por críticos que piensan que comercializar con tu arte significa venderte y renunciar a tu ideal. Aquellos que dicen “todo lo mainstream es malo y todo lo underground es bueno” ¡Gran falacia por donde lo veas!
¿Tú crees que le importe todo eso si a cambio cuenta con lectores fieles, con el título del rey del bestselling authors, con un estilo propio e inteligente, y con ser el claro ejemplo de que sí se puede vivir de la escritura.
Así que si eres lector de Stephen King, la próxima vez que te pregunten acerca de tus gustos literarios menciónalo con orgullo.
Total, cien millones de lectores no podemos estar equivocados.
Pequeñas grandes cosas