“¿Qué son 23 años? No son nada…” “¿Y así quieres opinar?” “¿Con qué experiencia?” “¿Con qué argumentos?” “En qué condiciones… ¿En qué condiciones me quieres hablar de política?” “¿Quién sos para hablar de poder? Que puedes saber…”. “Y mucho menos de economía… ¿Quién sos vos para hablar de la economía del país?”.
Si, la verdad que de economía entiendo muy poco. Razón por la cual, dejo que se encarguen los que saben del tema y efectivamente, estudiaron para eso. Yo, en cambio, preferí trabajar con personas y no con números. Es que no soy fría, ni estoy bañada en aceite. Perdón si rompo un poco sus parámetros. Y si, es verdad, soy joven. Y encima hablo de esta manera, ¿Se va a aterrar?, ¿A caso los jóvenes no podemos hablar de ciertas cuestiones? O ¿No le conviene que lo hagamos?
Yo lo hago, porque ya bastante me callé, ya bastante obedecí, ya bastante mentí. Entonces ahora cuando puedo lo hago, cuento, hablo. Y si no encuentro un lugar donde hacerlo, lo construyo por algún lado, para que los jóvenes “que no sabemos nada”, nos hagamos escuchar y con nuestra “rebeldía sin causa”, salga por algún pedacito y se haga escuchar. Descubrí que eso molesta, irrita, rompe los ojos; que un joven, que de hecho “no sabe nada”, diga cosas que, bajo ningún concepto, quiere ser escuchado, porque gritan la verdad y saca de la zona de confort a muchas personas, incluido/a usted.
Porque es consciente que el poder está en el padre, que encubierto por una sociedad patriarcal y machista, que muchas veces defiende, viola a sus hijas todos los días y vive totalmente impune. Porque, “Como le vamos a creer a unas niñas que inventan cualquier cosa”.
Poder, tiene el pibe que mató a su compañera a golpes, solo porque creía que era de su propiedad. Y ahora cuando encuentran el cuerpo de la pobre muchacha, la preocupación no es ella, sino “su inconsciencia por haber convivido con ese golpeador”.
Poder, no tiene el drogadicto que anda tirado por la calle, este es simplemente víctima de los que se encargan de repartir. ¡HA! Pero como no conviene meterse en ellos, mejor encerramos a los drogadictos y listo, “el problema resuelto”.
Poder, tienen las grandes empresas que actúan libremente y nadie las cuestiona, cuando tienen a esclavos trabajando por una miseria para que los/ el o la dueña sean millonarios y mantengan su “estilo de vida”. ¿Acaso no es consumo también?… Pero como estamos dentro de un sistema capitalista, donde la principal fuente de riqueza es el consumo, algunas cosas convienen que sean denominadas como tal y otras no.
Y mejor ni hablar de las personas en situación de discapacidad, ¿Una carga, verdad? Pero como tampoco es “moralmente correcto” dejarlos abandonados, mejor le encontramos un lugar, pero que sea bien aislado, así no molestan. E incluso, mejor que existan esos lugares, por si algún día los necesita y puedan ser de su uso, pero “que dios no lo permita”. Eso también es político.
Poder es el que tiene usted que cierra los ojos, mientras a su alrededor pasan este tipo de cosas. O más aun, las avalas, porque hacen de su propio beneficio. Remitiéndose a la minúscula e insignificante frase repetida: “El Estado no se encarga”. Señor/a el Estado también es usted. Lo que pasa es que, cuando le rompe los esquemas, le conviene que no venga ningún joven “ignorante” a decir estas cosas que efectivamente “no pasan”. O a querer darle voz a los que nunca hablaron; porque total, si siempre vivieron así, “ahora porque razón van a querer hablar”, “Así están bien, yo no los molesto, pero ellos tampoco a mi”.
Si, nací en el año 1996, tengo 23 años y me animo a escribirle a usted un mínimo retazo de todo lo que le tengo para decir. Y no se asuste, porque seguramente muchos lo piensan, pero pocos tenemos el valor de ponerlo en palabras. Y llámeme como quiera, pero yo, más que nadie conozco mi historia, lo que soy, en donde estoy.
Yo sé en qué país quiero vivir y estoy convencida de que no se hace criticando y mucho menos, “dejando las cosas como están”. Eso también es poder, política y economía.
Atentamente, esta “Zurdita”; “Desviada”; “Rebelde sin causa”. Le escribe a usted.