literatura,

Juan Wallis Juan Wallis Seguir Oct 05, 2019 · 1 min lectura
Tú
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Saben lo que es ver a alguien y que duela? Bueno, eso era verte a ti. Recuerdo que la primera vez que te vi, te veías tan hermosa, era una belleza que al verla dolía, porque no podía entender cómo existía alguien tan bonita. Quería hacerte mía, cuidarte y protegerte, abrazarte y hacerte saber que estaría todos tus males, todavía quiero… Me encantaría decir que sigues aquí, pero como una rosa que arranque de un jardín prohibido, me has dejado solo, y con heridas en el corazón. Tus espinas se agarraron a mis venas, y tu tallo se amarró a mi cuerpo. Tus flores, rojas y y brillantes, crecieron a mi alrededor envolviendome en la más dulce de las fantasías, que serías para siempre. El tiempo pasó, y cada día me enamoraba más, no podía creer que eras mía, yo, un simple idiota, y tú, la más bonita de todas.

Es extraño, pero supongo que así sucedió, te fuiste. Te dejé ir, nos dejamos ir. No peleamos por lo nuestro, y al final, me quedé sin poder recuperarte, y tú, en los brazos de otro. Busco dejarte saber con esta carta sin sentido, que siempre estarás, que siempre voy a amarte, y no tenerte, lentamente me mata. Busco dejarte saber que serás eterna en mis palabras, en mis textos, que cada línea, que cada letra que escribo, es y será tuya, que suceda lo que suceda, eres lo mejor que me ha pasado, que sin ti no sería quién soy, y aunque hoy duela, te juro que siempre seré tuyo, y más que eso, siempre serás mía…. Para mi desgracia, solo serás mía en el silencio, donde solo estoy yo, donde nadie nos ataca, donde nadie nos separa, porque es en el silencio que somos eternos, en esos segundos después del suspiro, en esos instantes antes de decir esa frase que nos pone nerviosos, antes de ese fatídico te amo, ahí, somos eternos, tú y yo.

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Juan Wallis
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