Quisiera ser un ave en estos momentos… No tendría que preocuparme por el ajetreo de la vida humana… Solo andaría por el abierto cielo azul entonado melodías al creador, buscando proveerme de alimento y cuidarme de los inquietos niños tira-piedras.
No me preocuparía de quién soy, de donde vengo ni hacia donde voy…
No me preocuparía por la absurda, ridícula y fastidiosa rutina de cada día donde salimos como figuras planas diseñadas por la mítica sociedad de imbéciles en la que vivimos.
La sociedad se convirtió en un circo de monos de exhibición, donde la familia pasó a ser un segundo plano…y el gobierno empezó a dar un teatro de marionetas y así sucesivamente se va todo por un inmundo drenaje y se va al olvido…
De aquella sociedad soñada, del anhelo de un joven hacia el arte…al final simplemente ya no queda nada!!!
No tendría que saber que a lo mejor se avecine una tercera guerra mundial o que Facebook algún día controlará al mundo. Tampoco tendría que tomar decisiones de futuro ni elegir la casa donde viviré o el auto que conduciré… No tendría el dilema de preguntarme siempre, qué ropa usaré o en qué empresa pasaré mi resto de juventud en una oficina de aire acondicionado oliendo la humedad que despide… Hasta enfermarme de los pulmones debido al aire…
Ahora me sigo preguntando ¿cuál es la felicidad en sí? Si al final del día termino tumbada en la cama haciéndome preguntas estúpidas acerca de la vida…
Al final moriría sin ser tan trágica por destino de la naturaleza y el ecosistema que lleva un ritmo muy preciso… Y sería parte de la hierba que algún humano pateará en alguna cancha de fútbol o algún parque…
Entre ser humano y ave hay un abismo de diferencias…
El antes y el después