estilo de vida,

Quiero ser la persona que era antes que el mundo me hiciera así

Ailén Montero del Valle Ailén Montero del Valle Seguir Nov 19, 2019 · 2 mins lectura
Quiero ser la persona que era antes que el mundo me hiciera así
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La casa era más grande, tenía más vidrio, más escaleras. Seguramente es esa casa de la que siempre hablamos con mis hijos, en la que ya tenemos montones de planes, pero aún nos falta el espacio real. Por ahora.

Una tarde volvíamos y una voz que salió de un rostro que no conozco me advirtió que Diego andaba cerca, y yo me alegré de poder tener una novedad para ellos, o para mi niña sufrida que tiene mambos por analizar. En la historia, él entraba a mi casa durante la noche y me reclamaba, gritaba, reclamaba y reclamaba, y yo no entendía. Creo que me sentía mal. Cuando me lo crucé tenía destrozada la nariz. Alguien le pegó tanto que la nariz se metió adentro de su cuerpo. No sé si eso es físicamente posible. Sangraba, estaba solo, las nubes cargadas de tormenta estaban sobre él. Nosotros éramos pura luz. Lo somos.
Le dije a mi hijo… “¿sabés quién es él? Tu papá.” Y me emocioné, porque me metí en un quilombo y ahí un poco lo estaba cerrando. Además, el interés se veía bien, a pesar de presentarse así, monstruoso.

Y yo me desperté, no pude volver a dormir, me preparé unos mates (les puse una cucharada de azúcar porque ayer fue un día complicado), y me senté a escribir esto. Me acabo de dar cuenta de que no estoy enojada, de hecho tengo buenos recuerdos y me atrevo a decir que mis hijos son maravillosos y el crédito por esfuerzo será mío, pero la sangre… la genética, la naturaleza no es joda. Con lo innato no se jode, y bueno, él también es su padre. Él no pudo lograr ver que algo bueno tenía, yo tampoco, se juntaron los fantasmas, y pum. Ya sabés la historia.

Ahora estoy pensando, y no lo vas a poder creer: no quiero que Diego se muera sin haberse acercado -con respeto y cautelosamente- a conocer a sus hijos.
Ahora estoy pensando en borrar aquellos relatos de mi blog.

Mirame, crecí un montón. Y digo que no tengo suerte. Que humana soy. Que afortunada soy.
La casa va a ser real, los autos que elegimos por la calle, el libro, y la casa de Córdoba.

Otra cosa: cuando te dije que te quería mucho, necesitaba un poco de apoyo. No era mentira, pero te estaba pidiendo ayuda. Y después dicen que no acepto que me ayuden. Mis amigos no pueden conmigo. Y ahora yo estoy así, abrazada a mis cuadernos y a mi cabeza, y me siento bien. Así que gracias.

Hoy me voy a trabajar llorisqueando en el bondi. Cuando me vean van a pensar que me peleé con un novio, que falleció mi abuelo. No saben que soy así de sensible. Que estoy muerta de amor y que tengo fascinación por el amor mismo. Me emociono todo el tiempo y, con rímel waterproof, ser así es mi súper poder.

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Ailén Montero del Valle
Escrito por Ailén Montero del Valle Seguir