En la vida pasamos por muchas situaciones, unas malas y otras buenas, que nos marcan de por vida. La vida puede ser semejante a un tobogán, o a un laberinto sin salida… el destino puede ser incierto.
La verdad que a veces estamos arriba, y nos sentimos exitosos, completos, felices que todo nos sale bien, que estamos surgiendo y de repente todo se viene abajo; viene la tristeza, el dolor, el desánimo, las ganas de dejarlo todo y salir corriendo, que nos trague la tierra, se van las ganas de luchar, y pensamos que todo se ha acabado… pero ahí es donde está la grandeza de luchar. Porque la lucha debe ser constante como la gravedad, solo así veremos las grandezas de nuestras obras, esta escritora tiene metas doradas.
Para muchos imposible, por no tener los recursos económicos pero para mi posibles, mientras se respire y tengamos vida debemos luchar sin rendirnos por lo que queremos, si nos caemos 20 veces nos toca levantarnos y no rendirnos.
¿Cómo ser poeta en el siglo XXI?