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Tasa de empleo cero. Promesas a los parados

Verónica Sierra Ponce de León Verónica Sierra Ponce de León Seguir Feb 21, 2020 · 2 mins lectura
Tasa de empleo cero. Promesas a los parados
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El volumen de trabajo existente, ha ido variando a lo largo de la historia, igual que el volumen de la población en edad activa. Con el devenir de la historia, el número de puestos disponibles han descendido y siguen en esa evolución. Gracias a los avances, los trabajos más duros son realizados por máquinas. Mas sin embargo la cantidad de población que quiere acceder a su prometido hueco laboral es inversamente proporcional. Debido a este desajuste, se generan discursos, panfletos y proclamas “defendiendo” lo injusto que es la situación y la exclusión social que genera. Con frases como: “Hay que luchar contra el desempleo”, “Consigamos una tasa de desocupación cero”, “Promovamos el autoempleo”. Y otras similares que suenan muy bien desde el punto social. Se les llenan la boca y nos invaden los oídos. Tapando la táctica real empleada y financiada desde quien mueve los hilos de las marionetas que componen los partidos políticos que pueblan las instituciones. No perdamos de vista el origen capitalista del sistema que nos envuelve. Su meta son los beneficios al menor coste posible. Rentabilidad al máximo. ¿Qué supones ésto? Menor número de trabajadores humanos y los que estén, con los derechos justos para que sea rentable. para conseguir ésto es imprescindible la figura del parado. Es la mejor herramienta que tienen. Por un lado la existencia de tal figura promueve el miedo y el consuelo del trabajador, tiene trabajo y aunque cobre una miseria, por lo menos tiene algo, pero le impide exigir lo que les corresponde. Y por otro lado, las promesas de poder acceder a esa ínfima situación insufla falsas esperanzas al que no tiene oficio en ese momento; mientras les dan circo para que no se arremolinen y no tengan intenciones de amotinarse.

Sin embargo ambos están excluidos socialmente, cada vez acceden a menos bienes básicos (no lujos ni caprichos). Y ya se ha generado la figura del trabajador pobre. Todos ellos amedrentados ante lo oscuridad del futuro que nos han creado y que les genera lo que tanto ansían; ese fantasma que pulula en sistemas informáticos, esa sombra que nos gobierna sin existir; el dinero.
Tengamos claro que el parado es el mejor índice de rentabilidad del poder, teniendo una relación proporcional directa ( a más parados más beneficios generados al poder) e inversamente proporcional (a más parados menos derechos de los trabajadores). Es algo a lo que tener miedo pero que no nos debe dejar silenciados.

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Verónica Sierra Ponce de León
Escrito por Verónica Sierra Ponce de León