La frialdad de las camas vacías

Relaciones fallidas y retrospectiva…

Recuerdo cuando no podíamos estar separados. Se sentía como estar en el cielo. Gritabas amor con cada mirada que compartíamos, tus besos eran tatuajes que se marcaban en mi piel, y nada, ni nadie, los podía borrar.

Recuerdo aquella noche donde te besé, y todo el miedo que tenía al pensar que serías real, bebía para esconder la inseguridad de no tenerte, para correr de mi miedo a perderte.

No sé si tu recuerdas aquella noche a la luz de la luna, juntos por primera vez, eramos uno con el otro, tú y yo, yo y tú. Ninguna otra cosa existía.

Eso fue hace tiempo, pero todas las noches revivo ese momento, no lo puedo olvidar. Todos los besos y caricias que alguna vez fueron nuestros, se amarraron a mi alma y la hacen volar cada vez que te sueño.

Aún recuerdo aquel primer beso, tímido y a escondidas, lo siento en mis labios en la frialdad de mi cama.

Me pregunto, ¿tu todavía piensas en esos momentos?

Quiero saber si alguna vez recuerdas con cariño todas las noches donde apacigüé tus lágrimas y te abracé cuando nadie más estaba, cuando encontrabas seguridad en mis brazos y tranquilidad en mis besos, ¿todavía lo recuerdas?

Sigo pensando en todos esas ocasiones, donde pudimos cambiar palabras por besos, violencia por caricias, donde pudimos cambiar todo, si tan solo hubiésemos sido capaces de abrazar con fuerza en vez de soltar con tanta rudeza.

Todo lo que me queda ahora es esperar que tu también me recuerdes como yo a ti, que del pasado se creen raíces para llevarnos al futuro, y que en las noches, pueda dejar de soñar que estás aquí y hacerlo realidad.